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La educación actual es atemporal, sigue patrones que surgieron en el siglo XX y se mantienen en clases en todo el mundo.

Esto es algo que muchos de nosotros hemos vivido en primera persona muchas veces tanto en universidades como en colegios y que más de una vez hemos deseado cambiar con una enseñanza más conforme al siglo XXI en el que nuestros alumnos han nacido.

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Este pensamiento es el que ha llevado a promover nuevas metodologías, metodologías activas y constructivas, que ven al alumnado como parte central del aprendizaje.

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De algunas de éstas metodologías y modelos voy a hablar en este apartado.​

 

Las “pedagogías emergentes” tienen un objetivo en común. El alumnado. Es el alumnado el que forma la parte activa de su aprendizaje. Un aprendizaje que debe ser considerado como un proceso constructivo, no pasivo y receptivo.

 

Este concepto del aprendizaje como proceso y que se puede encontrar en todas las metodologías activas se basa en un primer lugar en la idea de que el“conocimiento está estructurado en redes de conceptos relacionados que se denominan redes semánticas”, es decir que el aprendizaje no solamente es una recepción de contenidos si no una interacción con los mismos durante el proceso. El alumno recorre un proceso de continua interacción cognitiva y social que crea conocimiento.

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Es esto lo que me motiva a emplear cada vez más estas metodologías en mis clases. Formas de llegar al alumnado y motivarle a verse el responsable de su aprendizaje.

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Dicho esto, por supuesto hay momentos en que el profesor debe utilizar todas sus herramientas que tiene para "llegar" a su alumnado en cada situación diferente y también la clase magistral puede ser de uso en ciertos momento. Siempre que sea de forma interactiva y activadora.